La espera previa, hacía preveer, cuanto menos, un partido difícil. Patrón, el domingo pasado, había perdido contra uno de los últimos del grupo (y dejando una mala imagen); Villa Mitre, en cambio, venía en franca levantada, y había bajado al sorprendente Santamarina de Tandil, de visitante. Para colmo de males, no solamente se jugaba a casi 1000 km de de Paraná, en el reducto villero (donde el Negro no tenía buenos recuerdos); sino que además, debido a estupideces extrafutbolísticas, se jugaba un lunes a las 22 (lo que, encima, hizo que muchos hinchas rojinegros desistieran de ir; es entonces, todavía más aplaudible la actitud de los alrededor de 40 hinchas de Patrón, que pese a todo, estuvieron bancando al equipo...no como otros bocones bahienses).
Pero este Patronato, es un Patronato especial. Capaz de jugar un partido feo un día, y al otro dar lecciones de espíritu, garra y juego en equipo.
Y así, Patrón, una vez más, sorprendió a propios y extraños, y desató el incendio rojoynegro en la fría noche bahiense, ganándole de forma cómoda a un frío (por no decir helado...) Villa Mitre.
2 goles apenas comenzado el partido (uno del INEXORABLE "Diablo" Müller y otro del ENERGIZANTE Dieguito Jara) hicieron que el equipo pudiera manejar el ritmo del partido a su antojo (difícil destacar sólo a un jugador, todas las líneas anduvieron casi a la perfección), demostrando de todo lo que es capaz el rojinegro. El mediocampo marcaba, recuperaba, y daba buenos pases (para destacar, por primera vez se entendieron del todo "Batata" Prono y "El Negro Adrián me manda cartitas" Rutili; cortaron cada intento del rival y habilitaban bien al juego grupal); las pocas veces que avanzaron hacia el área del "Seba" Bértoli, eran anulados por una aceitada defensa (bien el "Gringo" Martínez Schmidt, eh) y un "Seba" que está recuperando el nivel.
El segundo tiempo estuvo demás, para ser sinceros. Pero, incluso dejó otro gol más (otra vez el "Carucha") que terminó de dar el mazazo en Bahía. Patronato, ante la cómoda victoria, dejó venir un poco a los tricolores, que con la pelota en los pies, eran más intrascendentes que pedo de monja (?). Un expulsado, y se jodieron todavía más. Encima, para terminar de dar una imagen lastimosa, justo cuando habían conseguido hacer un gol (inútil por donde se lo mire, pero tanto centro alguna vez, y esperar algún mínimo error de la defensa y el arquero...), otro villero triste vió la roja.
Se ganó, y se ganó bien. Pero lo más importante, es que Patronato quedó a tan sólo UN punto de clasificar a los cuadrangulares. Se viene el "Ochomásuno" el domingo, en el Grella...
Vamos Patrón, que el cuadrangular, está ahí nomás...
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