Y la verdad es que también teníamos un poco de nervios, claro que sí. Porque nos sabíamos recién ascendidos, y pensábamos que a aquel gran equipo le iba a costar adaptarse (si...como les habrá costado, que terminaron llegando a la final). Porque si escuchabas a los hinchas de Gimnasia, ellos en 2 años estaban jugando con el Flamengo, de tan buen equipo que tenían. Y porque sí, porque hacía 10 años que no jugábamos el clásico, porque esperábamos una gran hinchada en la tribuna de enfrente.
El resultado (0 a 0) es más bien anecdótico. Pero ese día, ya en los primeros minutos, confirmamos algo que ya sospechábamos: que eso de ahi enfrente, ese equipo y esa diminuta hinchada de gélidos colores, jamás podía ser nuestro clásico.
Y empezaron a sucederse los partidos entre ambos equipos. Y tras algún que otro traspié, la cosa empezó a ser, como siempre debió haber sido. Ellos empezaron a prometer cada vez más, y a cumplir cada vez menos, hasta terminar mostrando la hilachita, con apenas 90 pingüinitos sordomudos en el último partido jugado en Paraná.
Y lo más importante, se empezó a dar vuelta el historial. Y acá no podemos dejar de nombrar a un tipo que evidentemente alguna vez se traumó cuando fue al zoológico, porque de otra manera no se explica esa manía por empernarse lobas en celo cada vez que puede: Mariano "Pipo Echague". Gracias a el, y a un equipo de la hostia, se ganaron 3 de 4 clásicos en la temporada.
Y el miércoles era una oportunidad inmejorable, desde todo punto de vista. Porque Antoniana y Brown habían empatado, porque teníamos al equipo más débil del grupo enfrente, porque un triunfo de visitante vale oro en estos torneos, y porque podíamos por primera vez en mucho tiempo, sacarnos ese granito molesto que era que pensaran que los muertos uruguayos eran clásico nuestro, sacándole el único argumento que les quedaba: el historial. Por primera vez, después de mucho tiempo, podíamos pasar al frente.
La noche arrancaba fría, como cada vez que juega el Lobo. Atención Greenpeace ahi, puede ser una vía para empezar a combatir el calentamiento global; llenamos de camisetas de Gimnasia el mundo, y listo. Pero el problema ahí sería, que en esa tribuna nadie tenía una, aunque si vimos muchos hinchas de Boca, River, Independiente...
Hay que reconocerles algo. Más bien, dos cosas. Uno, que esta vez cantaron (aunque si la hinchada de Rosario Central se pusiera en ortiva y les cobrara derechos de autor por las canciones, se hace la guita, porque la única que se escuchó más o menos bien, era un terrible afano a Los Guerreros). Lástima que fueron 15 minutos nomás: un ratito antes del partido, y hasta el gol de Espínola...se ve que semejante empernada les llego hasta la garganta, y les cortó las cuerdas bocales.
Y lo segundo, fueron las dos bengalitas que pusieron. Lindas, eh (aunque, ¿ no es un poco pobre dos nada más?). Pero parece que nuestros muchachos estaban en ánimos de cagadores, porque apareció Jarita, y después de una bellísima jugada colectiva, y una furibunda definición, les terminó por ahogar todo intento de fiesta.
Y no se puede decir que el estadio haya sido una fiesta, porque 3/4 partes de él (bah...los que se quedaron, porque a algunos se ve que se les quemaba la pizza, porque se fueron bastante antes).Pero extrañanamente, había una tribuna, la que da al norte, que estaba de joda. Y claro...ahi estaba la hinchada rojinegra, la que hace fiesta en todas partes, la que hizo que esas 800 personas parecieran un millón de soldados de las más infernales huestes de Belcebú.
Dos conceptos para cerrar. El primero, nada mejor que las palabras del propio comentarista de LT11 (la radio de los yoruguas)..."Patronato, nadie lo duda, es un equipo superior. Tiene mejor cuerpo técnico, unos jugadores impresionantes...¿Gimnasia? Es Quiroga + 10. Apenas puede aspirar a sacar un empate en este Pentagonal".
Y lo segundo, vuelvo a reiterar, se terminó todo muyo de las lobitas. Nunca tuvieron más gente, ni mejor hinchada (y el miércoles más que nunca se vió eso). Ya no están más arriba nuestro. Ya no nos ganan más en el historial.
Ah, sí, todavía tienen una cosa. Todavía no jugamos el Nacional B. Todavía...
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