lunes, 27 de octubre de 2008

"La Dinámica de lo Impensado" (El Sol rojinegro brilló con cuatro zarpazos)

Todo héroe necesita un villano. Batman tiene a El Guasón, Superman a Lex Luthor; obviamente, Patrón, el Santo de los pobres de Entre Ríos, necesita uno para completarse. Patronato necesita un clásico para demostrar su grandeza.
Pero hay un problema: el villano de turno, es un Lobo viejo y desdentado, con una hinchada ínfima y parlantera. Así están las cosas en Entre Ríos: de un lado, un club pujante y en progreso, con una masa popular de apoyo incondicional; del otro, un club que vive de recuerdos, al cual da lástima ganarles. Pero la necesidad de un contrapuesto puede más, y la hinchada rojinegra lo elige como clásico.
El día se anunciaba perfecto; el cielo anunciaba lo que vendría después: un poco sol, unas nubes que amenazaban tormenta, para que al final el sol volviera a aparecer con toda su luz.
El estadio, repleto por donde se lo mirara, tenía tan sólo un claro, correspondiente a la hinchada visitante; lamentablemente, no había más de 300 pingüinos en cancha (100 de los cuales, como mínimo, eran paranaenses hinchas de otros equipos). El ambiente, asemejaba a una caldera infernal: el griterío del aliento rojinegro levantaba a los muertos de sus tumbas.
El partido comenzó, y desde el inicio se notó a las claras quien mandaba en la cancha (mientras que en las tribunas, como siempre mandaba el Patrón, frente a la postal que era la tribuna de calle Ayacucho): el Negro yendo al frente, y los Parlantes intentando contragolpear.
Dicen que quien golpea primero, gana la pelea. Patronato golpeó primero, a través de ese coloso llamado Marzo, pero al comenzar el segundo tiempo todo pareció oscurecerse.
La hinchada rojinegra supo responder el golpe, y alentó como si la vida se fuera en ello para levantar al equipo. El equipo, y el técnico (¿y ahora que van a decir quienes dudaban de la capacidad de Tempesta?) escucharon el clamor popular, y pusieron esa dosis extra de inteligencia, corazón y ganas que distingue a los grupos ganadores. La bestia rojinegra estaba herida en su orgullo, y eso es algo que no podía pasar así nomás.
Y sucedió lo impensable, lo que incluso pocos hinchas del Negro aventuraban (mucho menos los de Gimnasia, a quienes su intento de festejo les duró poco). Un golazo de Brites y una obra de arte consumada por el Gabi Graciani dieron vuelta, otra vez, el resultado.
Sí, señoras y señores, Patronato volvía a ganar; como aquellos gladiadores romanos, quienes a pesar de las heridas, seguían batallando y ganaban...como el mismísimo Carlos Monzón, que cuando lo golpeaban, golpeaba dos veces y con más fuerza. Un gol más llegó por obra del "Loco" Marzo, que sirvió para dar un poco más de calma, y para hacer más humillante el resultado; y un gol al final de los fríos cerraron el resultado, para poner fin a una actuación brillante. Un resultado histórico: una mismísima pieza de arte, de ese arte caprichoso, impredecible y fantástico que es el fútbol, donde el justísimo vencedor fue, como corresponde, el Glorioso Rojinegro de Paraná, el Más Grande de Entre Ríos.
Pueblo entrerriano: ahora...ahora sí que podemos dar rienda suelta a la ilusión. Estos son los partidos a ganar; es en estos partidos donde se demuestra el espíritu de los grandes. Patrón ganó; triunfó en un hermoso partido, otorgando una nueva demostración de su pueblo y su gigantesco equipo. Celebremos, que el Negro está más vivo que nunca, y nos para nadie; que tenemos un equipo "de cuidado" (¿adonde están aquellos que desconfiaban de un equipo "recién ascendido"?), y que vamos por la Gloria.

"¡Y pegue, y pegue, y pegue Negro pegue...!"

Facu, Santi, y el Perro.


P/D: Un agradicimiento para todos aquellos que fueron a la choripaneada en el Thompson y ayudaron a preparar toda la previa al partido con sus ganas y su buena energía; en especial a Cuervo y Seba, por toda la fuerza que le metieron (sin la propuesta de Seba nada hubiera sido posible) y por ayudarnos con el trapo del pinguino (¿te gustó, lobita?), y saludos adonde haya un corazón que lata por Patrón.

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