Por mí se llega a la ciudad doliente.
Por mí se avanza hacia la eterna pena.
Por mí se va tras la perdida gente.
Dios al pecado señaló condena
y surgí entonces cual suprema alianza
del poder sumo y la justicia plena.
Y no existiendo en mí fin ni mudanza
nada me precedió sino Dios mismo.
Los que entrásteis perded toda esperanza.
Como los 20 años de la guerra de Troya, como la batalla de las Termópilas de griegoso contra Persas, como el cuce de los andes de San Martin, como los aviadores argentinos en Malvinas...asi Patronato se clasificó al a final del Argentino A, en un partido épico como pocos podemos recordar, un partido que neustros ñetos se van a cansar de escuchar.
Cómo en el más increible de los mitos, pasó todo lo que nunca pasa, arrancamos 3-1 abajo en resultado global, tras el preocupante resultado obtenido en Cipoletti. Y al arranque nomás nos sancionan, como espada de Damocles, un penal en contra, más de uno habrá pensado que ya está, que un año más a pelearla, pero como todo mito siempre está el ángel guardián, San Sebastián, que atajó ese primer penal que todos gritamos casi como un gol. Y por si fuera poco, como si para Hércules hubiera sido poco matar al Cancerbero, atajó otros dos en la definición por penales, como el Goycochea del '90, como el histórico Higuita en aquella final de Libertadores, hoy el histórico es San Sebastián.
Tres penales atajados, tres goles de Patronato, uno de Leclerq, uno de penal de Jara, y otro de Jara, pero que otro, el gol de la noche, de la fecha, de la temporada, como Maradona, como el Bocha de Independiente, asi el Diego de Patronato apiló jugadores y arqueros, para definir al ángulo.
EL Grella lleno, por un momento, Paraná tembló al latido del corazón rojinegro.
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